Día 8: En Todo Lugar – Serie de Devocionales para Equipos de Alabanzas

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«21 Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.  22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.  23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.  24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.» – Juan 4:21-24

Durante los ensayos para participar como músico invitado en un evento de una iglesia en mi ciudad, pasaba por uno de los pasillos que dirige al auditorio principal cuando me encontré con un llamativo letrero, el cual me fue imposible de ignorar.  Estaba colgado en una puerta y tenía la siguiente lectura: «Alto: Sólo entrar para adorar». Este letrero se encontraba en la puerta de entrada de una pequeño salón de reunión, en donde el equipo local de alabanzas se reúne antes de salir al auditorio principal a ministrar.

Desde que leí ese letrero no pude dejar de pensar en su mensaje, dada lo explícito y directo en que advertía la clase de comportamiento y actitud que se debía tener dentro de aquel lugar.  Me resultó muy curioso que dentro de un templo, al cual debemos concurrir con acción de gracias y alabanzas, se haga necesario recordarnos cuál debe ser la actitud y comportamiento correspondiente.

En la Biblia (Juan 4:21-24) encontramos que Jesús enseñó la más importante lección sobre el lugar de adoración.  Ya no sería a más un lugar físico o un templo; sino sería desde el interior; desde el corazón de los hombres.
La acción de adorar, la cual involucra nuestra actitud y comportamiento, no está restringida a solamente ciertos lugares físicos como el templo o como este preciso salón del cual les relaté.  La adoración se practica en nuestro diario vivir, mediante acciones y frutos espirituales que glorifiquen el nombre de Dios. Nuestro padre celestial desea que Su Palabra viva en nosotros, y sea nuestro constante recordatorio de que debemos adorar en todo lugar y en todo tiempo.

Emmanuel De La Rosa
dilarossa@gmail.com

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