«Porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.» – 1 Samuel 16:7b
El talento y la madurez son dos aptitudes exclusivas del ser humano. Ambas son desarrollables y son muy fáciles de identificar. Estas dos cualidades pueden causar la más alta admiración por parte de la gente, y bien equilibrados te convierten en una persona única y especial. Sin embargo, muy pocas personas han podido cultivar y mantener ambas a la vez.
Te presento algunas ideas de cómo se relacionan el talento y a la madurez:
- El talento y la madurez se desarrollan.
- El talento es admirado por las grandes multitudes; la madurez es apreciada por los sabios y entendidos.
- El talento se forja con la disciplina; la madurez se aprende a través de las lecciones de la vida.
- El talento te abre las puertas; la falta de madurez te las cierra.
- El talento remueve las emociones; la madurez conquista la confianza.
- El talento te permite subir con rapidez mientras que la madurez te da la permanencia.
- El talento se puede heredar; la madurez no se hereda, se aprende al tomar cada decisión.
- En ocasiones el talento es un requisito para iniciar; la madurez es un requisito para crecer.
- Tu potencial se maximiza cuando a tu talento le añades madurez.
- El talento y la madurez son regalos de Dios.
Emmanuel De La Rosa
dilarossa@gmail.com